De todos ellos, ninguno conoció a Aristóteles. Como si el macedonio siguiera vivo entonces, en el siglo XVII todavía estaba arraigada en la gente su idea de que los insectos procedían de los excrementos y de la basura. Una niña alemana intuía que eso no era así. Encontró la belleza donde el resto no veía […]
Este post La mujer que se enamoró de los insectos, escrito por Virginia Mendoza, se publicó originalmente en Yorokobu.